sábado, 7 de junio de 2014

88')

Y fue ese el momento en que entregamos nuestros cuerpos, inertes nuestras almas ante la pasión que en nosotros desbordaban aquella tarde.
Para tí fue sólo eso: Pasión. Para mí no. Fue entregarme de todas las manera hasta ese día faltantes al único que he amado.
Mi cuerpo ardía al sentir tu punzo cortante sobre sí, era cómo estar en lo más profundo del infierno recibiendo la luz divina. Era lo que por más de un año había anhelado, fue estar a tu lado... Por primera vez
Te quise, y sentí cada segumdo de esa tarde cómo si fuese el último de mi vida.
Moría sobre tu cuerpo desnudo. Eres todo lo que siempre he querido. Gracias por todo. Te amo. Andrés.

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